Hacer audiciones o castings es una parte importante de la industria de la locución profesional. En ocasiones llegas al lugar de la audición, haces una primera toma y ¡pum! te quedas con el trabajo de una forma tan fácil… algo así como cambiarte los calcetines. Pero hay otros días en que las cosas simplemente no salen y no fluyen sin importar lo que hagas. Debemos estar conscientes de que en más de una ocasión nos enfrentaremos al rechazo en la locución comercial.
Sin embargo, lo sepamos o no, en muchas ocasiones somos nosotros quienes determinamos el resultado de una audición; ya que nuestra actitud, estado mental y energía influyen en quienes toman la decisión de asignar un trabajo en particular. Es más que obvio que sin importar nuestro nivel de competencia, eventualmente seremos rechazados en un buen número de castings. Por lo que aprender a manejar el rechazo también es una parte importante de este negocio.
A continuación te ofrecemos algunos consejos que te pueden ayudar a desarrollar una actitud adecuada para manejar el rechazo en la locución comercial.
Recuerda que es un negocio.
Como en cualquier negocio, estamos tratando de vender un producto o un servicio. Un locutor profesional es un prestador de servicios independiente que busca atraer clientes y desarrollar una relación con ellos a largo plazo con base en ofrecer un servicio de calidad (locución profesional).
Y como en todo negocio, cuando hablamos vender nuestro producto o servicio es común enfrentarnos al rechazo. Existen diferentes técnicas de venta para convencer a un cliente potencial de que debe inclinar la balanza a nuestro favor. La técnica más común se conoce como el “manejo de objeciones”, donde el objetivo es vencer una de las tres principales objeciones que puede presentar un prospecto o cliente potencial: “no tengo dinero”, “no tengo tiempo” o “no me interesa”.
Un vendedor experimentado puede vencer estas tres objeciones sin problema mientras saborea su café por la mañana. Parte del proceso del manejo de objeciones es no tomarse las cosas de forma personal. En el peor de los casos, el rechazo no es hacia tu persona, sino a tu producto o servicio. Hay veces en que no existe una necesidad real que justifique su consumo o adquisición.
En el negocio de la locución profesional el juego es un tanto diferente. La necesidad del “cliente” es clara desde el momento en que te llaman a una audición. Es decir, hay una “vacante” y alguien tiene que llenarla. La pregunta es simplemente, ¿seré yo la persona indicada?
Existen muchos factores que determinan quién se queda con el trabajo. Aquí no hay objeciones que vencer, sólo queda esperar la decisión final de quien está a cargo del proyecto.
Entendiendo el contexto de la situación.
Por lo general un guion comercial está escrito bajo un argumento y una visión para comunicar un mensaje. Si has sido llamado a audicionar, es muy probable que el director o el “cliente” tengan en mente emplear tu voz ya que por sus características podría ser la más adecuada para el proyecto. Por ejemplo, si el comercial fue ideado sobre el contexto de jóvenes anunciando una goma de mascar, o la nueva bebida refrescante, es muy probable que seas llamado a la audición si cuentas con menos de 25 años.
La cuestión es que en la locución profesional solamente tendrás una y sólo una oportunidad para convencer a tu cliente de que tu voz es la indicada para el proyecto.
Cuando finalmente llega el momento de la verdad, estás ante un micrófono y un texto. Y, muchas veces ante las miradas escrutiñadoras de directores, productores, ejecutivos y algunos compañeros de la industria (tu competencia). No queda más que hacer tu mejor esfuerzo y terminar con la seguridad de que hiciste una gran locución profesional.
Como locutor novato no es fácil atravesar por esta situación sin sufrir alguna alteración en el ritmo cardiaco. Pero con el paso del tiempo esto se convierte en algo rutinario y aunque existe cierta emoción y expectativa por saber si te quedaste con el papel o no, el resultado final no es algo que te pueda quitar el sueño.
Pero volviendo al tema, ¿cómo podemos lidiar con el rechazo?
En principio, veamos qué sucede si nos tomamos el rechazo en la locución como algo personal. Cuando nos sentimos rechazados, bajo cualquier circunstancia o cuando no obtenemos lo que deseamos, lo primero que sucede es que nuestro estado de ánimo, nuestra energía y nuestro entusiasmo decaen. Esto sucede en el plano físico, es algo que le sucede a nuestro cuerpo. En el plano mental, podemos llegar a pensar que no somos lo suficientemente buenos, que esta industria apesta, que nadie se interesa en nosotros y en general, la confianza en nosotros mismos se ve afectada. De ahí la importancia de manejar el rechazo en la locución con una actitud adecuada.
A diferencia de otras industrias, el producto que nosotros ofrecemos es nuestra voz, un sonido con características únicas como profundidad, tono, ritmo, intención, color etc. Y aunque es algo en lo que hemos trabajado arduamente, de la misma forma en que una empresa desarrolla su producto estelar, es muy difícil considerar a nuestra voz como un “producto” ya que es parte de nuestra persona, pero sobre todo, es muy difícil por estos motivos aceptar el rechazo, porque al final del día nos queda la sensación de ser rechazados a nivel personal.
Lo que hay detrás de una audición.
Algo que definitivamente nos ayuda a ver las cosas de una forma más clara y objetiva, es saber qué sucede tras bambalinas en una audición. Debemos tratar de averiguar cuáles son las características del tipo de voz que desean obtener y estar conscientes si poseemos o no tales características.
En gran medida, cuando nos enfrentamos a una negativa después de un casting, es simplemente porque no encajamos en la visión o el contexto del comercial que fue concebido. Dicho de otra forma, tu voz no era exactamente la que estaban buscando para ese comercial.
Tu audición pudo haber sido perfecta y sin embargo pudiste no haber sido elegido para el trabajo. Pero no importa, es momento de aprender todo lo que puedas de esa experiencia en particular. Una audición es una excelente oportunidad para construir nuevas relaciones y darte a conocer.
Trata de establecer una conversación amena con los ejecutivos, productores y colegas. Observa con detalle las cosas que suceden en la audición y ten tu tarjeta de presentación a la mano. De ser posible, observa las audiciones del resto de tus colegas, no para que te compares con ellos y te atormentes pensando si ellos lo hicieron mejor que tú, sino para que puedas identificar otros estilos y otras formas de hacer una locución profesional o interpretar un guion comercial.
Muchos productores prefieren llamar a locutores con los que han trabajado previamente y sin embargo todos tienen la necesidad de conocer y atraer nuevos talentos de vez en cuando. Toma nota acerca del cliente/productor y de ser posible de quién se quedó con el trabajo. Mientras más sepas acerca de tus clientes potenciales y de tus competidores, estarás mejor preparado para tu siguiente audición y para manejar el rechazo en la locución comercial.
Siempre da lo mejor de ti mismo.
En cada audición tienes la oportunidad de brillar, de hacer algo único y ser recordado. ¡Incluso si no te quedas con el trabajo!
Mantén tu estado de ánimo en alto aunque cometas errores en la lectura del texto. Mantener la calma bajo presión demuestra profesionalismo y es algo que tu cliente apreciará. Puedes tropezarte varias veces con el guion y al mismo tiempo lograr una brillante actuación gracias a tu actitud ganadora.
Parte de esa actitud ganadora es cuidar lo que dices cuando cometes un error. El lenguaje profano es una pobre elección para expresar tu frustración y nadie se deleitará con ello. Incluso, esto está lejos de ayudarte a construir una imagen dentro de la locución profesional.
Resumiendo, es prácticamente imposible que te quedes con el trabajo en cada audición, así que toma las cosas con calma. Enfrentar el rechazo en la locución comercial es parte del juego. Mantén una actitud positiva y enfócate en construir tu negocio. De esta forma saldrás victorioso y crearás una gran impresión en cada una de tus audiciones.
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